CHILE JALAPEÑO
Manuel LUJAN FAVELA, Gerardo F. ACOSTA RODRÍGUEZ, Francisco J. QUIÑONES PANDO, Hugo Raúl URIBE MONTES, Mario BERZOZA MARTÍNEZ, José Luis ALDABA MEZA, Roberto GALVÁN LAMAS, Raúl Rodríguez Martínez, Noé Chávez Sánchez
INTRODUCCIÓN
Dentro de la gran variedad de tipos de chile que se cultivan en México, el jalapeño es uno de los de mayor importancia socioeconómica por su amplio consumo, alta redituabilidad y gran demanda de mano de obra. Anualmente en el país, se siembran alrededor de 40 mil hectáreas, con un rendimiento promedio de 12 toneladas por hectárea y un volumen de producción de 600 mil toneladas. De esta producción se exportan a los Estados Unidos cerca de 30 mil toneladas (6 por ciento), principalmente en la época que comprende de enero a abril.
Los principales estados exportadores de chile jalapeño son: Sinaloa con una participación del 44 por ciento del total exportable, Chihuahua con el 22.5 por ciento, Sonora con el 14.1 por ciento, Veracruz con el 8.6 por ciento y Tamaulipas con el 2.5 por ciento (SAGAR 1998). En el estado de Chihuahua, el chile jalapeño es uno de los cultivos de mayor importancia socioeconómica, bajo el régimen de riego. De 1998 al 2000 se cosechó una superficie que varió de 18,870 a 19,871 hectáreas las cuales aportaron alrededor del 14 % del valor total agrícola del estado.
Una de las regiones productora de chile jalapeño más importantes del estado y del país, es la de Delicias, Chih., ya que la superficie sembrada promedio, en los últimos tres años, ha sido de 8,250 hectáreas, con una producción de 166 mil toneladas que representan el 38 por ciento del total nacional . Ante la importancia que representa el cultivo del chile jalapeño para Chihuahua y para México, es necesario generar y dar a conocer técnicas de producción que ayuden a solucionar los problemas más apremiantes e incrementen su productividad. En base a lo anterior, en el presente folleto se presentan las principales técnicas de producción para el cultivo del chile jalapeño, que a la fecha, se han generado en el Campo Experimental de Delicias, Chih.
SELECCIÓN DEL TERRENO
El chile jalapeño se desarrolla bien en diferentes tipos de suelo, desde los ligeros hasta los pesados. Los óptimos son los franco‑arenosos, con buena aireación, excelente drenaje y alta retención de humedad. La planta presenta mediana tolerancia a la salinidad, no obstante, es aconsejable buscar terrenos sin problemas de sal y con un mínimo de 70 centímetros de profundidad para favorecer el establecimiento del sistema radicular.
PREPARACIÓN DEL TERRENO
Para lograr buenos resultados en la germinación, establecimiento del cultivo y rendimiento, se debe tener una cama de siembra mullida y suelta de unos 30 centímetros de profundidad aproximadamente. Es conveniente que la superficie del terreno esté libre de terrones y piedras que pueden obstaculizar la emergencia y/o el crecimiento de las plántulas. Dependiendo de la consistencia del suelo y el cultivo anterior, se sugiere realizar lo siguiente: subsuelo, barbecho, dos a cuatro pasos de rastra, desterronar si es necesario, cuadreo o nivelación y camelloneo.
VARIEDADES
Las variedades e híbridos de chile jalapeño que mejor se adaptan a las condiciones del clima y suelo de la región son: H. Mitla, H. Grande, H. Tula, H. Jalapeño- Delicias, H. VTR-7, H. Delicias, H. Dulce, Típico 1, Típico 2, Jalapeño M y Tam Veracruz.
MÉTODO DE ESTABLECIMIENTO
El chile jalapeño se puede establecer siguiendo dos métodos de establecimiento principales, que son: la siembra directa y el trasplante.
La siembra directa
Es más sencilla de efectuar y produce hasta un 15% mas que el trasplante , pero es más susceptible a daños por damping‑off, pulga saltona, heladas tardías y actividades mecánico‑manuales en sus primeras etapas, por lo que es más riesgosa.
ÉPOCA DE SIEMBRA
La época de siembra del chile jalapeño depende de los riesgos de daños por heladas tardías que se quieran correr, del rendimiento y calidad de fruto óptimos y de la época en que se desea cosechar el producto. A continuación se presentan las épocas de siembra en las que se puede sembrar.
SIEMBRA TEMPRANA. Del 20 al 28 de febrero. Las probabilidades de heladas son de 17 al 28 por ciento en Delicias y del 28 al 38 por ciento en Cárdenas, Chih. y su nivel de rendimiento es el mas alto que se puede obtener, pues entre más temprano se siembre las plantas logran un mayor desarrollo.
SIEMBRA INTERMEDIA. Comprende del 1 al 15 de marzo, donde las probabilidades de heladas son de 12 a 19 por ciento en Delicias y de 23 a 30 en Cárdenas, Chih.
SIEMBRA TARDÍA. Comprende del 16 al 31 de marzo, con probabilidades de heladas de cuatro a 11 por ciento en Delicias, y de 11 a 22 por ciento en Cárdenas, Chih.
Después del 15 de marzo, las siembras disminuyen su producción en 370 kilogramos por hectárea por cada día de retraso en promedio, debido al acortamiento del ciclo, y se tiene una mayor daño por plagas y enfermedades.
ESPECIFICACIONES DE SIEMBRA
La siembra de chile jalapeño puede ser manual o mecánica; en seco, en camellones a hilera sencilla, al centro, mateada y a una profundidad de alrededor de 2 centímetros dependiendo del tipo de suelo. La siembra puede efectuarse a chorrillo, con lo cual se aumenta la producción, debido a una mejor distribución de la población de plantas. Sin embargo la emergencia puede tener problemas en suelos pesados, con muchos terrones o pedregosos.
Para ahorrar agua y eliminar la maleza del centro del camellón, es recomendable utilizar la siembra ciega que consiste en: sembrar en seco, regar, y cuando la tierra de punto, se levanta un bordo de aproximadamente 8 centímetros de alto sobre el camellón. Mediante muestreos se determina el momento en que las primeras plántulas lleguen al nivel inicial del camellón (nivel que se tenía antes de levantar el bordo) y se procede a descopetar el bordo antes formado. Para efectuar la siembra ciega es necesario tener bien nivelado el terreno y efectuar la siembra mecánica lo más uniforme y nivelada posible. También es importante realizar a tiempo y en forma correcta, los muestreos para observar el avance de la germinación de la semilla.
En la siembra mateada se requieren al menos 6 kilogramos de semilla por hectárea, colocando alrededor de 30 semillas por punto de siembra. El aclareo de plantas se debe efectuar cuando éstas tengan de 10 a 15 centímetros de altura, lo cual sucede entre de los 50 y 65 días después de la siembra.
MÉTODO DE TRASPLANTE
Es una práctica que requiere del establecimiento y manejo de las plántulas bajo invernadero o túnel, sin embargo presenta una serie de ventajas que es conveniente tomar en cuenta:
1. Ahorro de hasta un 95 por ciento en la cantidad de semilla.
2. Disminución de los riesgos de daños por:
-Plagas y enfermedades (picudo, damping‑off, pulga saltona, trips, etc.).
‑Heladas tardías.
‑Actividades mecánico ‑ manuales
3. Menos problemas con la maleza
4. Hace posible el empleo de híbridos (cuya semilla cuesta hasta 36,000 el kilo),
que tienen mayor potencial de rendimiento que las variedades tradicionales.
5. Menos fallas en la densidad de población.
6. Permite adelantar la cosecha hasta en 22 días con lo que se escapa, en mayor medida al daño por picudo y otros organismos dañinos.
Establecimiento del almácigo
Las plántulas que se van a producir en el almácigo deben tener sus raíces envueltas en un cepellón o maceta, ello permitirá una mayor sobrevivencia al trasplante (cuando menos un 90 por ciento) y más rápida recuperación a esta práctica (15 días).
Se sugiere establecer el almácigo en charolas de poliestireno o plástico negro de 200 hoyos piramidales. Existen en el mercado varios sustratos o tierra para desarrollar las plántulas como son: Sun'shine, Terra lite, Premier, germinaza, Cosmo peat, etc. La siembra en charolas de 338 hoyos retrasa la cosecha en 8 días, reduce el rendimiento en 10 %, incrementa en un 25 % la mortalidad de plantas después del trasplante y en general es más riesgosa. Con el uso de charolas de 128 hoyos, se produce un poco mas que con la de 200 hoyos (5 a 7%) pero utiliza un 55 % mas de espacio en el invernadero y requiere de un 60 % más de sustrato para producir la plántula para una hectárea.
Para sembrar se requieren de 250 a 400 gramos de semilla por hectárea y para ello se hace lo siguiente: se humedece el sustrato a un punto tal que no se apelmace, se llenan las charolas (alrededor de 1000 gramos de sustrato por charola), se marcan los hoyos con una plancha marcadora o un rodillo a una profundidad de .5 a 1.0 cm, se colocan de una (híbridos) a dos semillas (variedades) por hoyo, se tapa y se riega hasta saturación. La fecha de siembra varia del 15 de enero al cinco de febrero y la de trasplante del 15 de marzo al cinco de abril. Las charolas se apilan en un cuarto caliente (25 grados centígrados) y cuando se inicie la emergencia, se pasan al invernadero.
Prácticas de Conducción
Las plántulas se pueden desarrollar bajo invernaderos con control de temperatura, o bien bajo túneles de alrededor de 2 metros de altura provistos de una fuente de calor, para evitar que la temperatura descienda abajo de cero grados centígrados y con buena ventilación para evitar que la temperatura pase de los 35 ºC. Solo cuando se aprecie poco crecimiento, es conveniente el sombreo de las plántulas mediante la colocación de malla de 50 a 70% de sombra en la parte externa del túnel. El sombreo debe manejarse con cuidado ya que se puede favorecer el alargamiento excesivo de las plántulas.
Los riegos deben darse cuando la superficie del suelo empiece a secarse, hasta escurrimiento antes de la germinación y más ligeros después de la emergencia (pueden aplicarse cada uno a tres días). Existe poca investigación regional sobre la técnica de fertilización, sin embargo se han obtenido plántulas vigorosas con una solución balanceada la cual se logra con las siguientes concentraciones de nutrientes en partes por millón:
Nitrógeno (N)----------- 200 Fierro ( Fe)-------- 5
Fósforo (P)-------------- 50 Zinc (Zn)----------- 0.05
Potasio (K)-------------- 230 Manganeso (Mn)- 0.5
Calcio (Ca)---------------160 Cobre (Cu)--------- 0.02
Magnesio (Mg)----------50 Boro (B)------------- 0.5 Azufre (S)-----------------65
Época y método de trasplante
Después de 55 a 65 días de la siembra, las plantas estarán listas para trasplantarse. Los mejores resultados se obtienen realizando el trasplante con plántulas de seis a ocho hojas verdaderas y de 15 a 20 cm de altura. El trasplante se hace cuando las probabilidades de heladas de ‑1 ó cero grados centígrados, sean bajas (alrededor del 20 por ciento), lo cual sucede del 15 de marzo al cinco de abril, en la región Siete días antes de realizar el trasplante, conviene exponer gradualmente a las plantas a mayor cantidad de luz y a las temperaturas de la intemperie, para acondicionarlas al ambiente de campo.
Para realizar el trasplante, se le da un riego pesado a las plántulas y se cuida que no les falte agua antes de ser plantadas. El trasplante puede hacerse a tierra venida o en seco. Se colocan las plantas procurando enterrar la planta hasta que el nivel del suelo quede 2 cm abajo de la primera hoja verdadera y se tapan evitando que queden bolsas de aire entre las raíces y el suelo. Inmediatamente después se riega y de ocho a 15 días después, se aplica uno de auxilio.
DISTANCIAS Y DENSIDAD DE PLANTAS
Las distancias que se deben utilizar entre los camellones, plantas y matas, depende principalmente del porte de la variedad híbrido, tipo de suelo, de la maquinaria disponible, los costos de producción y el método de siembra empleado (siembra directa o trasplante).
La distancia entre surcos puede variar de 80 a 100 centímetros y entre matas de 30 a 40 centímetros. Cabe indicar que, existe un incremento del rendimiento el cual es mayor con menores distanciamientos entre surcos y un poco menor cuando se acorta la separación entre plantas. De preferencia; utilizar las menores distancias con el trasplante, genotipos de porte bajo y terrenos ligeros. Se dejan de tres a cinco plantas por punto o golpe de siembra en la siembra directa y una o dos en el transplante. En la siembra a chorrillo, la distancia entre plantas puede ser de alrededor de 8 centímetros. Las distancias anteriores y números de plantas por mata, se pueden combinar para lograr una población de 120 a 160 mil plantas por hectárea, en la siembra directa y de 30 mil a 40 mil en el trasplante. En este ultimo método, las altas poblaciones incrementan el rendimiento hasta en un 35 %. Para establecer altas poblaciones se sugiere acortar la distancia entre surcos o camas y plantas en híbridos y solo entre surcos y camas en variedades.
En suelos nivelados, de textura media a pesada, con buen drenaje y alta retención de humedad aprovechable, la siembra o trasplante también puede efectuarse en camas de 1.5 a 1.8 metros de ancho, colocando dos hileras de plantas. En este sistema se tiene una menor y más lenta incidencia de la enfermedad marchitez o secadera, y se puede incrementar la población de plantas para lograr mayores rendimientos.
OTRAS TÉCNICAS DE ESTABLECIMIENTO
Existen otras técnicas de establecimiento que se han introducido y evaluado en el CEDEL, que pueden impactar de manera positiva e importante la problemática del cultivo como son el uso de micro túneles de plástico y el uso de los acolchados.
Los micro túneles consisten en colocar un micro túnel de plástico transparente de 30 a 60 cm de altura, perforado con hoyos de 1.5 pulgadas cada .8 m los cuales se sostienen en arcos de alambrón. Estos micro túneles se colocan inmediatamente después del trasplante o bien a la emergencia en siembra directa y sirve para proteger a las plantas del ambiente extremo (en 1998 protegió un 300 % mas que las plantas sin micro túnel), adelantar hasta en 15 días la primera cosecha, incrementar hasta en un 150 % la cosecha en el primer corte y ayudar a escapar del daño de organismos dañinos como: trips, picudo, pulga saltona, etc.
El acolchado plástico; que puede ser de color blanco sobre negro, aluminio sobre negro, o negro, permite ahorrar un 25 % de agua, adelanta 8 días la primera cosecha y reduce en un 60 % el problema de la maleza. No obstante, el incremento en rendimiento es mínimo (de 5 a 8 %) y cuando se presentan condiciones extremas de viento y frío, puede incrementar la mortandad de plantas de 15 a 30 %, disminuyendo la producción.
RIEGOS
En suelos de textura media o pesada, se sugiere regar de la siguiente forma:
‑ Aplicar el riego de siembra
‑ Dar cuatro a cinco riegos ligeros; el primero a los 10 días después del riego de siembra, el resto espaciados a cada 15 días. En este período, la planta no requiere de grandes cantidades de agua ya que está en la etapa de establecimiento.
‑ Después, aplicar cinco riegos espaciados cada 10 a 15 días; en este lapso, se presenta el crecimiento rápido de la planta, la floración y la aparición de primeros frutos.
‑ Finalmente, a partir del inicio de la cosecha, aplicar riegos cada 10‑12 días; el número de riegos entre corte dependerá de la maduración de frutos.
De acuerdo a lo anterior, se requieren de 12‑14 riegos y alrededor de 92 cm de lámina total acumulada en riego por gravedad, para cumplir el ciclo de desarrollo del cultivo.
Existen algunas consideraciones a tomar en el manejo del agua de riego en esta hortaliza, las cuales son:
‑ Los riegos deben ser ligeros frecuentes y con desagüe para evitar encharcamientos y la presencia de enfermedades.
‑ La forma de aplicar el agua de riego se puede alternar (un surco sí y otro no), sobre todo en la temporada de lluvias, lo cual ayudaría a disminuir los daños por la enfermedad marchites o secadera.
‑ En los chiles de trasplante es necesario estudiar la forma de regar. Sobre todo porque el sistema radicular es más ramificado y superficial.
FERTILIZACIÓN
Muchos factores influyen en la respuesta del cultivo a la aplicación de los fertilizantes. Entre los más sobresalientes están la forma, época y método de aplicación de los fertilizantes, además de la disponibilidad del agua del suelo y la variedad utilizada.
Ensayos de campo en suelos de textura media, han mostrado que este cultivo responde bien a dosis de alrededor de 225 kilogramos por hectárea de Nitrógeno, la cual deberá aplicarse en cuando menos cuatro partes, esto debido al alto riesgo de lavado que tiene el Nitrógeno con los riegos frecuentes aplicados al cultivo. Además se deberá fertilizar con 100 kilogramos por hectárea de Fósforo, incorporado al momento de la siembra.
Las épocas tentativas de aplicación de fertilizante nitrogenado son las siguientes: la primera, al momento de la siembra o transplante; la segunda después del aclareo (50 a 65 días después de la siembra); la tercera aplicación, es antes del inicio de la floración (80 días después de la siembra); y por último la cuarta, inmediatamente después del primer corte o pizca de chile. Algunas alternativas de fertilización se muestran en el cuadro 1.
Cuando se usa amoniaco anhídrido como fuente de nitrógeno, se recomienda que éste no exceda mas de 50 kilogramos por hectárea, debido a que existe pérdida por volatilización y requeriría dividir en dos aplicaciones los kilogramos por hectárea de amoniaco que se sugieren. En caso de que el cultivo se establezca bajo el método de transplante la aplicación de Nitrógeno correspondiente al aclareo se anularía, o bien se recorrería hasta el segundo corte de fruto.
Cuadro 1. Formas y épocas de aplicación de fertilizantes en el cultivo de chile jalapeño. CEDEL 2000.
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